top of page

La química de los Larvicidas y repelentes contra mosquitos

Mosquitos. Enfermedad del Zika: síntomas, complicaciones, prevención y posible vacuna. Composición y evaluación de los principios activos de los plaguicidas.

Los mosquitos matan más humanos por año que cualquier otro animal. Estos vectores transmiten varias enfermedades como la del Nilo Occidental, fiebre amarilla, dengue, malaria, chikungunya, parásitos del corazón y zika. 

La enfermedad del Zika es provocada por un virus 

emergente del género Flavivirus y que es transmitido a las personas a través de la picadura de los mosquitos hembras infectados del género Aedes, y sobre todo de Aedes aegypti en las regiones tropicales. Este mosquito es el mismo que transmite el dengue, la fiebre chikungunya y la fiebre amarilla. El virus Zika se identificó por primera vez en Uganda, en 1947, en macacos de la India a través de una red de monitoreo de la fiebre amarilla selvática. Posteriormente, en 1952, se identificó en el ser humano en Uganda y la República Unida de Tanzanía.

Los primeros brotes de la enfermedad por el virus del Zika se describieron en el Pacífico en 2007 y 2013 (Yap y Polinesia francesa, respectivamente), y en América (Brasil y Colombia) y África (Cabo Verde) en 2015. A ello hay que añadir que más de 13 países de América han notificado infecciones esporádicas por el virus del Zika, lo cual indica que este está teniendo una rápida expansión geográfica actualmente. En 2016, la OMS declaró la emergencia mundial en Salud Pública por éstos brotes.

 

El mosquito habitualmente pica por la mañana y al atardecer/anochecer. El periodo de incubación (tiempo transcurrido entre la exposición y la aparición de los síntomas) de la enfermedad por el virus de Zika no está claro, pero probablemente sea de pocos días. Los síntomas son similares a los de otras infecciones por arbovirus, entre ellas el dengue, y consisten en fiebre no muy elevada, erupciones maculopapulares, conjuntivitis, mialgias, artralgias, malestar y cefaleas; suelen durar entre 2 y 7 días. Actualmente las vacunas contra el zika están en proceso de pruebas en humanos. Un estudio de fase 1 fue aprobado a mediados de 2016 por la Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos para GLS-5700, una vacuna sintética de plásmido de DNA desarrollada por GeneOne Life Science Inc., en colaboración con Inovio Pharmaceuticals. Este plásmido produce varias proteínas del virus del zika. Por sí solas son incapaces de infectar, pero una vez que comienzan a producirse dentro del cuerpo el sistema inmune las reconoce y desarrolla anticuerpos y glóbulos blancos capaces de luchar contra una infección real. Los primeros datos sobre la seguridad y respuesta inmune se esperan para 2017. Si los resultados son favorables se comenzaría una segunda y tercera ronda de pruebas sobre la efectividad de la vacuna. En total, este proceso lleva cuanto menos varios años.

Tambien existe otra esperanza en la medicina: un estudio de unos anticuerpos que demostraron ser eficaces para combatir el virus del dengue permitió descubrir que también pueden actuar, incluso con mejores resultados, contra el del zika, lo que abre la puerta a una vacuna común para ambas enfermedades. Esta es una de las conclusiones de un trabajo conjunto, publicado por la revista Nature, de expertos del Instituto Pasteur y del Centro Nacional francés de Investigación Científica (CNRS), del Imperial College de Londres y de la Universidad de Viena, que analizaron cómo los anticuerpos se fijaban de forma idéntica en los virus del zika y del dengue.

 

Mientras se esperan aquellas preciadas vacunas, otros especialistas han detectado la gravedad de la enfermedad por el virus del zika. Durante los grandes brotes que se han producido en la Polinesia francesa en 2013 y el Brasil en 2015, las autoridades sanitarias nacionales notificaron potenciales complicaciones neurológicas y autoinmunes de la enfermedad por el virus de Zika. Recientemente, en el Brasil, las autoridades sanitarias locales han observado un aumento de las infecciones por este virus en la población general, así como un aumento de los recién nacidos con microcefalia en el nordeste del país.

Los organismos que están investigando estos brotes han encontrando pruebas cada vez más numerosas de una relación entre el virus del Zika y la microcefalia, aunque son necesarias más investigaciones para entender esa relación. Asimismo, se están investigando otras causas posibles. Recientemente un grupo de médicos argentinos afirma que un larvicida, y no el virus Zika, es el responsable del brote de bebés con microcefalia en Brasil. Mientras que algunos gobiernos locales en Brasil han dejado de utilizar el larvicida piriproxifeno, las autoridades gubernamentales, el Ministerio de Salud de Brasil, Sumitomo Chemical, la OMS y muchos expertos científicos sostienen que es seguro. 

Susan Kegley, CEO de la empresa de consultoría de Pesticidas Research Institute, se pregunta si el responsable de la microcefalia quizá sea un nuevo producto químico que se forma en la reacción de piriproxifeno con cualquier reactivo que utilizan para la purificación del agua.

Queda mucho por investigar sobre la relación entre la microcefalia, el Zika y los pesticidas. Entretanto es necesario que los países lleven a cabo una política de prevención del Zika.

 

Los mosquitos y sus lugares de cría suponen un importante factor de riesgo de infección por el virus del Zika. La prevención y el control dependen de la reducción del número de mosquitos a través de la reducción de sus fuentes (eliminación y modificación de los lugares de cría) y de la disminución de los contactos entre los mosquitos y las personas.

Para ello se pueden utilizar repelentes de insectos, ropas (preferentemente de colores claros) que cubran el cuerpo tanto como sea posible, barreras físicas como mosquiteros o el cierre de puertas y ventanas, y mosquiteros de cama.

También es importante vaciar, limpiar o cubrir los utensilios que puedan acumular agua, como cubos, macetas o neumáticos, eliminando así lugares de cría de mosquitos.

Durante los brotes, las autoridades sanitarias pueden recomendar la fumigación con insecticidas. Los insecticidas recomendados por el Plan OMS de Evaluación de Plaguicidas también se pueden utilizar como larvicidas para tratar recipientes de agua relativamente grandes.

 

Los repelentes son productos destinados a ahuyentar a los insectos, con el objeto de evitar, o por lo menos disminuir, las picaduras o demás inconvenientes que su presencia puede provocar. Existen dos grandes clases de repelentes: los de uso ambiental, que se utilizan sobre todo en el hogar; y los de uso personal, que se aplican directamente sobre el cuerpo. Los repelentes de uso personal se encuentran disponibles en el mercado en diversas modalidades como spray, loción, crema, gel y aerosol. Se elaboran sobre todo en base a dos o tres diferentes principios activos: aceite de Citronella, Picaridina y DEET (dietil toluamida) y sus funciones son corromper a los receptores olfativos de los mosquitos. La principal ventaja de los productos en base a citronella es su baja toxicidad, alta tolerancia y agradable olor. Esta sustancia es utilizada también en las denominadas pulseras repelentes, aunque tiene una eficiencia limitada en cuanto al área de protección. En el caso de los repelentes en base a DEET, a mayor concentración presentan un mayor tiempo de protección. Por ejemplo, los que poseen un 10% de concentración tienen una duración promedio de 2 horas, y aquellos con un 24% protegen aproximadamente durante 5 horas. Sin embargo, es importante informar que el porcentaje máximo permitido de concentración para estos productos es de un 30%. También debe tenerse en cuenta, al momento de utilizar repelentes con DEET, que pueden disminuir el efecto de los protectores solares. En Argentina, los repelentes de uso personal se registran como productos cosméticos, y también deben encontrarse autorizados por la ANMAT. 

Los repelentes de uso ambiental se comercializan en diversas modalidades como tabletas, espirales, aerosoles, líquidos para ser empleados en antorchas, líquidos termoevaporables que se volatilizan a partir del calentamiento eléctrico, etc. Todos ellos pueden contener muy diversos ingredientes y en Argentina se encuentran comprendidos dentro de los llamados productos domisanitarios. No deben ser confundidos con los repelentes de uso personal, que se aplican directamente sobre el cuerpo y se registran como productos cosméticos. Una de las características básicas de este tipo de productos es que en ningún caso deben contener más de un litro, que es el máximo permitido para plaguicidas de venta libre. Un contenido mayor es un síntoma indudable de ilegitimidad.

 

 

 

Las garrapatas, pulgas, mosquitos y otros animales que son portadores de enfermedades y que afectan a otros animales se llaman Vectores.

El mosquito hembra del género Aedes, es el vector de varias enfermedades como el dengue, la fiebre chikungunya, la fiebre amarilla y el Zika.

 

Los mosquitos hembras reconocen el olor de 400 compuestos presentes en la piel, tambien el octenol y el COque exhalan los humanos al respirar, con los 72 

receptores neuronales olfativos dispuestos en las antenas y las papilas maxilares.

 

Larvicidas y repelentes contra mosquitos: los principales principios activos

Referencias

-American Chemical Society (2016) "Zika, Mosquitoes and How to Not Get Bitten". Reactions. Visto el 20 de febrero de 2016. 

Disponible en inglés en: https://www.youtube.com/watch?v=GBpheE7LrqE.

 

-Anandasankar, Ray; GM, Tauxe; D., MacWilliam; S.M., Boyle; T., Guda (2013)."Targeting a dual detector of skin and CO2 to modify mosquito host seeking". Visto el 20 de febrero de 2016. Disponible en inglés en: 

http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/24315103

 

-ANMAT (2016). "RECOMENDACIONES PARA LA UTILIZACIÓN DE REPELENTES". Ministerio de Salud, Presidencia de la Nación Argentina. Visto el 20 de febrero de 2016. Disponible en: http://www.anmat.gov.ar/Domisanitarios/repelentes.pdf

 

-Barba-Spaeth, Giovanna, et all (2016) "Structural basis of potent Zika–dengue virus antibody cross-neutralization". Nature. Visto el 5 de noviembre de 2016. Disponible en: http://www.nature.com/nature/journal/v536/n7614/full/nature18938.html

 

-Centro de prensa de la OMS (2016) "Enfermedad por el virus del Zika". Organización Mundial de la Salud. Visto el 20 de febrero de 2016. Disponible en español en: http://www.who.int/mediacentre/factsheets/zika/es/

 

-Centro Científico Tecnológico Mendoza. "Plaguicidas". Visto el 20 de febrero de 2016.

Disponible en: http://www.cricyt.edu.ar/enciclopedia/terminos/Insecticidas.htm

-Domínguez, Nuño (2016) "La vacuna del zika comienza a probarse en personas". El País. Visto el 5 de noviembre de 2016. Disponible en: http://elpais.com/elpais/2016/08/03/ciencia/1470242829_900799.html

 

-Reisch, Marc S.(2016)" Group Blames Pesticide For Microcephaly". Chemical & Engineering News, American Chemical Society. Visto el 20 de febrero de 2016. Disponible en: http://cen.acs.org/articles/94/i8/Group-Blames-Pesticide-Microcephaly.html

 

-Rubio Palis, Yasmin; Ramírez Álvarez, Rodrigo; Guzmán, Hernán y Estrada, Yarys (2014) "Evaluación de la trampa Mosquito Magnet® con y sin octenol para capturar mosquitos (Diptera: Culicidae)". Boletín de Malariología y Salud Ambiental. Visto el 20 de febrero de 2016. Disponible en español en: http://www.scielo.org.ve/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1690-46482014000100011

bottom of page