La función principal del propelente es proporcionar la presión necesaria dentro del sistema para expulsar el contenido del envase, mientras que la fracción licuada es uno de los componentes de la fase líquida. El propelente está en la fase externa (es decir, una emulsión del tipo agua en aceite), y se obtiene un líquido pulverizable o una espuma que pierde sus características rápidamente después de la descarga. El
efecto refrescante sobre la piel es por la evaporación del mismo. Los propelentes empleados incluyen diversos hidrocarburos, especialmente derivados de metano, etano y propano e hidrocarburos de bajo peso molecular. Estos propelentes son muy explosivos e inflamables. La ANMAT exige que las nieves de carnaval contengan en su formulación una concentración de propelentes tal como la que se indica a continuación: A) Monoclorodifluormetano en un % no menor al 40%. B) Propano-isobutano-butano en un % no mayor al 60%. La proporción de A + B debe tener una relación entre el 5% y no mayor al 8% con respecto al concentrado. La mayoría de los freones se ha dejado de utilizar, se encuentran aún permitidos el 11, 12 y 114 para sistemas presurizados. Se conserva el uso de hidrocarburos halogenados sin cloro (hidrofluorcarbonados).